Psicología para adolescentes
En una etapa de transición tan importante cómo es la adolescencia, tener las herramientas adecuadas permitirá establecer relaciones sanas con ellos mismos y el entorno.
La adolescencia es una etapa evolutiva en la que se producen numerosos e importantes cambios no sólo a nivel físico, sino también a nivel social y psicológico.
El niño crece y empieza una nueva etapa en la que se produce un desarrollo de sus habilidades sociales, competencias, manejo emocional y madurez cognitiva.
Sin embargo, en este proceso pueden surgir diferentes problemáticas tanto a nivel personal, familiar, académico o social, que pueden interferir en su desarrollo y que, por tanto, deben ser abordadas a nivel profesional.
Uno de los problemas más comunes es el bajo rendimiento escolar, lo que puede dar lugar a problemas de comportamiento/ desobediencia, TDAH, dificultades en las habilidades sociales, fracaso escolar, depresión, ansiedad, baja autoestima y consumo de drogas.
Para poder trabajar con los adolescentes, necesitamos a los padres. En muchas ocasiones, estos cambios se suceden muy rápido y también es necesario abordar estrategias de comunicación, límites y normas en el entorno familiar, así como corregir posibles conductas que puedan estar influyendo en el comportamiento del adolescente.
¿Cómo son los tratamientos para adolescentes?
En el tratamiento con adolescentes, al igual que con niños más pequeños, el tratamiento implica de forma activa tanto a los padres como al hijo. La participación de todas las partes será clave para alcanzar nuestros objetivos.
Primera Visita
La primera visita se realiza con ambos padres. El objetivo es conocer el motivo por el cual han decidido buscar ayuda psicológica y conocer el desarrollo del niño a lo largo de su vida. De esta manera, obtendremos una visión global del problema, el origen y los posibles mantenedores.
Al tratarse de un menor, la autorización de ambos padres es imprescindible y tras las sesiones se dará devolución de lo trabajado en consulta, así como estrategias y pautas para aplicar en casa hasta la siguiente sesión.
Segunda visita
En esta visita será el adolescente el que entre a consulta con la terapeuta. Dedicaremos un tiempo a conocernos y establecer una buena alianza terapéutica. Una vez observamos que el adolescente se siente cómodo en consulta comenzará el proceso de evaluación.
Evaluación y tratamiento
Dedicaremos unas cuantas sesiones a la evaluación del adolescente a través de la entrevista clínica y el pase de pruebas que consideremos oportuno en cada caso. Una vez obtengamos los resultados, haremos una sesión de devolución donde expondremos los objetivos terapéuticos y el plan de acción adaptado a las necesidades del adolescente y la familia.
¿Qué servicios de psicología para adolescentes ofrecemos?
Ansiedad en los adolescentes
Muchos de los problemas de ansiedad que experimentan los adultos tienen su origen en la adolescencia. Por este motivo, es muy importante buscar solución y aprender estrategias de gestión emocional en esta etapa.
La ansiedad se manifiesta a través de pensamientos exagerados o catastrofistas, sensaciones físicas intensas (sudoración, taquicardias, tensión muscular, bruxismo, sensación de ahogo, presión en el pecho, temblores, etc.) y conductas de evitación de las situaciones o temidos que generan malestar y temor.
Algunas de las manifestaciones más frecuentes de ansiedad en la adolescencia son: trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), fobias, ataques de pánico e hipocondría.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
El TOC se caracteriza por un patrón de pensamientos impulsivos e imágenes frecuentes, inapropiados e involuntarios (obsesiones), que van acompañados de una serie de comportamientos repetitivos (comprobaciones, orden, limpieza) que la persona tiene la necesidad de hacer como un medio para rebajar la ansiedad y evitar, así, supuestas consecuencias catastróficas (compulsiones).
Fobias
Hablamos de fobia cuando la persona presenta un nivel de temor intenso, persistente, excesivo e irracional ante situaciones, objetos u animales. Por ello, el adolescente, en este caso, tiene la necesidad de huir del estímulo temido o sufre un nivel de malestar y ansiedad muy elevado si no tiene más remedio que enfrentarse. Algunas de las fobias más comunes es el miedo a los espacios cerrados (claustrofobia), espacios abiertos (agorafobia), agujas, arañas, serpientes, pájaros, perros, gatos, cucarachas o petardos.
Ataques de pánico
Una crisis de pánico se produce cuando la persona sufre, de forma abrupta e inesperada, síntomas agudos de ansiedad (mareos, palpitaciones, sudoración, molestias abdominales, temblores, sensación de ahogo, boca seca, dificultad para tragar, manos y pies fríos) mientras cree que éstos son señales de que su vida está en peligro o que puede perder el control. La primera vez que se produce un ataque de pánico la persona experimenta emociones muy intensas y puede llegar a vivir esta experiencia como traumática. A partir de ese momento, presenta un estado de alerta e hipervigilancia ante cualquier señal física que pueda dar lugar a que se produzca un ataque de pánico.
¿Cómo abordaremos la ansiedad?
El tratamiento que seguimos en el caso de trastornos de ansiedad es muy similar al que realizamos con adultos.
Conocer el problema
El primer paso, es enseñarle en qué consiste la ansiedad y establecer objetivos terapéuticos personalizados y asequibles
Identificar
Ayudaremos al adolescente a identificar sus pensamientos negativos intrusivos y le enseñaremos, a través de herramientas cognitivas, a racionalizarlos de una forma efectiva.
Controlar
A nivel conductual, le enseñaremos estrategias para manejar la activación y la sintomatología propia de la ansiedad, así como estrategias de exposición progresiva, si es necesario.
Los padres actuarán, en este caso, como coterapeutas. Esto significa que serán conocedores de las herramientas que están implementando sus hijos con el objetivo de poder ayudarles a ponerlas en práctica de una forma efectiva en casa.
Oposicionismo y Desobediencia
La adolescencia es una etapa evolutiva marcada por la necesidad de reafirmarse, el oposicionismo (todo es no), la autoafirmación y la necesidad y ganas de independencia.
El adolescente cambia su escala de prioridades y, donde antes estaba la familia, ahora su prioridad son sus amigos. Esto significa que las opiniones de los padres y el adolescente son, en muchas ocasiones, muy diferentes, y esto puede dar lugar a que el hijo adopte un comportamiento hostil, desafiante y negativista que conlleva la aparición de conflictos en el entorno familiar.
Como consecuencia, la comunicación entre los miembros de la familia se deteriora de forma significativa, se pierde la confianza y la armonía familiar. Todo esto influye en la autoestima y el estado de ánimo del adolescente.
Nuestro trabajo como psicólogas es devolver la armonía al entorno familiar, promoviendo la empatía, el respeto mutuo y restablecer la convivencia saludable.
¿Cómo abordaremos el Oposicionismo y la Desobediencia?
Primera Sesión con los padres
La primera visita será exclusivamente con los padres. El objetivo es conocer la problemática actual y cual ha sido su evolución desde su posición, que estrategias han empleado (y si han funcionado o no), cómo es su relación con el adolescente y entre los padres, el estilo de crianza, los antecedentes personales y familiares, etc.
Segunda Sesión con el adolescente
Nuestro principal objetivo es ganarnos su confianza y conseguir que se sienta cómodo en terapia. Con ello conseguiremos que encuentre en las sesiones un espacio seguro donde poder expresar lo que siente sin sentirse juzgado.
Trabajo con el adolescente
A partir de ese momento, podremos trabajar la rigidez de sus pensamientos, la empatía, estrategias de autocontrol y gestión emocional, herramientas para una comunicación efectiva y de resolución de contactos.
Pautas para los padres
Caremos pautas a los padres de modificación de conducta, establecimiento de límites, entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de conflictos, empatía, etc.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
Con la adolescencia también aparecen nuevos retos y dificultades. En el caso de los menores con TDAH cualquier cambio supondrá más esfuerzo y esto puede afectar a diversas áreas de su vida.
La evolución de los síntomas de TDAH en la adolescencia se manifiesta a través tres tipos de síntomas:
Inatención
Tienen serias dificultades a la hora de mantenerse concentrados en una conversación larga, en el transcurso de una clase, viendo una película o durante un examen (esto último tiene un gran impacto en su rendimiento académico). Con frecuencia no acaban lo que empiezan y se desmotivan a lo largo de la actividad o tarea.
Hiperactividad
Se produce un aumento significativo de la hiperactividad motriz fina (morderse las uñas, lápiz o bolígrafo, ropa, jugar con el pelo, mover las piernas debajo de la mesa, repicar los dedos…) y reducción de la hiperactividad motriz gruesa, hiperactividad verbal (hablar muy rápido, “pensar en voz alta”, etc.), hiperactividad cognitiva (pensar muy rápido y con poca lógica, no estructurar las ideas, saltar de un tema a otro, etc.), emocional (cambios rápidos y poco justificados de sus emociones, poca regulación emocional, etc.).
Impulsividad
Tienden a interrumpir con frecuencia, interfieren en conversaciones ajenas, son muy impacientes, no respetan el turno, presentan baja tolerancia a la frustración e invaden el espacio de los demás.
¿Cómo abordaremos el TDAH?
Para poder evaluar y diagnosticar TDAH en un adolescente realizaremos una serie de entrevistas clínicas al niño, los padres y profesores. Con ellas recogeremos la sintomatología detectada, el grado de afectación en las diferentes áreas de su vida, recopilaremos información importante sobre sus antecedentes familiares y personales y conoceremos su forma de relacionarse con el entorno. Seguidamente, administraremos cuestionarios niño, los padres y centro escolar, con los que obtener información concreta y poder, así, realizar un diagnóstico.
Emplearemos estrategias cognitivo-conductuales que le ayuden a desarrollar habilidades de autocontrol, identificación y gestión emocional, entrenamiento en habilidades sociales que le permita mejorar la calidad de sus relaciones, entrenamiento en flexibilidad cognitiva, estrategias de relajación, mantenimiento de rutinas, etc.
Para que el tratamiento sea efectivo, es necesario que los padres participen activamente en el tratamiento y llevar a cabo un tratamiento multidisciplinar. Por esto mismo, el contacto con los profesores, pedagogo, médico y neurólogo será esencial para trabajar de forma coordinada.
Debemos tener en cuenta que el TDAH es un trastorno que persiste a lo largo de la vida del niño, por lo que detectarlo y abordarlo cuanto antes permitirá minimizar al máximo las repercusiones de este trastorno a largo plazo en la vida del niño.
Baja Autoestima
La autoestima es la valoración que hacemos de la imagen o el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos. Con la llegada de la adolescencia, se producen una serie de cambios en las habilidades sociales, gestión emocional y competencias que, en algunos casos, no se desarrollan correctamente. En otras ocasiones, el adolescente, como consecuencia de la necesidad de formar parte de un grupo y gustar a los demás, genera una expectativa poco o nada realista de cómo debería de ser y comportarse. Al comprobar que no cumple con esta imagen de perfección, la imagen que tiene de sí mismo se deteriora significativamente, lo que se traduce en una autoestima baja.
Síntomas o señales de Baja Autoestima
- Hipersensiblidad a las críticas.
- Dificultades a la hora de hacer amigos.
- Sentimientos negativos hacía sí mismo.
- Necesidad constante de reconocimiento.
- Falta de objetivos.
- Intolerancia hacia el propio fracaso.
- Se muestra demasiado reservado.
- Dependencia excesiva de la opinión de los demás.
¿Cómo abordaremos la Baja Autoestima en los adolescentes?
Ganar la confianza del adolescente
Para poder mejorar la autoestima de un adolescente, debemos ganarnos su confianza y ayudarle a ver la terapia como un lugar seguro donde puede mostrarse tal y cómo es, sin ser juzgado. Una vez hemos conseguido este objetivo, identificaremos las causas y los mantenedores actuales que favorecen la baja autoestima del adolescente.
Creación de Plan de Acción
Tras este proceso de evaluación, trazaremos un plan de acción adaptado a las necesidades y el nivel madurativo del adolescente. Le enseñaremos estrategias de identificación y gestión emocional, manejo de la ansiedad, entrenamiento en habilidades sociales, reestructuración y flexibilización cognitiva, instauración de rutinas y hábitos de vida saludables, estrategias de comunicación asertiva y resolución de conflictos, desarrollo de la empatía, etc. Todo esto ira determinado por los objetivos terapéuticos establecidos en base a las necesidades del adolescente.
Trabajo con los padres
Los padres formarán un papel fundamental para poder afrontar los problemas de una forma eficaz e integral. Con ellos, el trabajo irá orientadla aprender a comunicarse de una forma asertiva y eficaz con su hijo adolescente, estrategias de solución de problemas, identificación y gestión emocional propia y de su hijo, estilo de crianza y de modificación de conducta respetuoso y asertivo, establecimiento de límites, etc.
Testimonios de nuestro trabajo
Decidimos pedir una valoración externa para salir de dudas, y así conocimos a Paloma. Tuvimos una primera visita y nos explicó todo el procedimiento. Dedicó un tiempo a pasar las pruebas necesarias y nos explicó los resultados.
En nuestro caso, se confirmó el diagnóstico y al ver que nuestro hijo se sentía tan cómodo con ella decidimos continuar allí el tratamiento. En todo momento nos implicó en el tratamiento y nos dio pautas válidas para nuestro hijo. Además, empezamos a ver resultados tanto en casa como en el colegio. La recomendamos a todo aquel que esté en una situación como la nuestra.
Habilidades sociales
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que aprendemos desde la infancia a través de la observación o por aprendizaje directo y que nos permiten relacionarnos con otras personas. Son necesarias para desarrollar relaciones saludables y positivas, por lo que tener un buen dominio de ellas ayudará al adolescente a tener más éxito en las diferentes áreas de su vida. Además, permitirá al adolescente tener buenas habilidades de control emocional y comunicación, y desarrollar, así, una buena autoestima.
En muchos casos de ansiedad y depresión en adolescentes encontramos dificultades en las habilidades sociales. En estos casos, el adolescente puede mostrarse inseguro a la hora de relacionarse con sus compañeros, tener dificultades a la hora de comunicarse y establecer límites, tener una imagen negativa de sí mismo, etc.
En los casos más extremos, podemos encontrar casos en los que el adolescente, debido a las dificultades que presenta en las habilidades sociales, no se adapta correctamente a su entorno y, en consecuencia, se produce bullying en el colegio o instituto.
El bullying se produce, generalmente, en la adolescencia y deja graves secuelas en la víctima. Las áreas que tienden a estar más afectadas a lo largo de su vida son su autoestima y su capacidad para relacionarse con los demás.
Un buen manejo de las habilidades sociales y de comunicación, es esencial a la hora de establecer relaciones sanas y permite al adolescente afrontar dificultades en sus relaciones sociales.
¿Cómo abordaremos los problemas de Habilidades Sociales?
Tras una evaluación exhaustiva del adolescente, determinaremos aquellas áreas que es necesario trabajar para el completo desarrollo de sus habilidades sociales, así como aquellas áreas que hay que reforzar.
Realizaremos un entrenamiento en las mismas, donde identificaremos que pensamientos/creencias le limitan a la hora de relacionarse, y le enseñaremos estrategias y herramientas de reestructuración y flexibilidad cognitiva. Realizaremos un trabajo de psicoeducación en habilidades como la empatía, y trabajaremos en la identificación y la gestión emocional, tanto propia como de otras personas con lo que conseguiremos mejorar la calidad de sus relaciones sociales.
De la misma manera, nuestro objetivo es que aprenda a poner en práctica lo aprendido en consulta. Para ello, trazaremos un plan de acción para ponerlo en práctica en la vida real de una forma eficaz.